Tema 7
Técnica de visualización del yoga...
En una clase de yoga para niños a parte de los ejercicios, asanas o posturas de yoga, de los espacios creativos para dibujar y colorear mandalas, también podemos utilizar la imaginación, en las visualizaciones podemos trabajar los centros energéticos con la visualización de colores y percibiendo sensaciones distintas, de frío, calor, alegría... Tumbados en el suelo, tapados con una manta, completamente relajados y con los ojos cerrados, recordándoles que es importante que se mantengan atentos y despiertos. Los ejercicios de visualización liberan energía creativa y estimulan la imaginación, favoreciendo, asimismo, la práctica de la concentración.
Las visualizaciones guiadas pueden transformarse en un maravilloso viaje para los niños, porque cada historia les traslada hacia un reino de inocencia y sorpresa. Mientras narramos historias podemos crear un ambiente más adecuado introduciendo alguna pieza musical que incluya sonidos naturales. Es conveniente hacer una pausa después de cada frase, de esta manera los niños tendrán tiempo de crear sus propias imágenes de la historia. Cuando el relato finalice, los pequeños pueden despedirse de los amigos que han conocido durante el viaje, respirar profundamente, mover los dedos de las manos, pies y volver finalmente a abrir los ojos. Posteriormente, dedicamos unos minutos a conversar sobre sus experiencias, pasando un rato agradable, lleno de sorpresas.
“A VECES SENTIMOS QUE LO QUE HACEMOS ES TAN SOLO UNA GOTA EN EL MAR, PERO EL MAR SERIA MENOS SI LE FALTARA UNA GOTA”
“Cuando quieres plantar flores y árboles en un jardín, ¿qué haces primero? ¿simplemente riegas las semillas con agua?. Muchas personas hagan eso, pero no crecerá ninguna planta. Lo primero que tienes que hacer es preparar la tierra. Abres un surco y viertes en el las semillas, que entonces si podrán convertirse en magnificas flores y árboles. Lo mismo sucede con el espíritu humano. Al igual que la tierra tenemos que prepararlo para que crezca.
En la vida conocemos a muchas personas; pero no todas ellas son capaces de asimilar las cosas que les decimos, porque sus espíritus no han sido debidamente escarzados y son como tierra excesivamente dura en la que nada puede crecer por mucho que nos empeñemos. También hay personas cuyo espíritu es como la tierra blanda; y lo sabes porque cuando le dices algo, su espíritu se empapa de tus palabras y las absorbe como una esponja. Practicar yoga es como trabajar en tu propio jardín con el fin de desarrollar la calidad de tu consciencia. En un espíritu sin malas hierbas es posible plantar muchas cosas y verlas crecer.”