Las rocas en el acuario – Tipos

Las rocas en el acuario – Tipos

rocas en la pecera

El empleo de piedras de distintas formas y colores nos ayudará a crear un magnífico efecto estético, aun cuando no llegásemos a introducir plantas. El uso no tiene ninguna complicación ni peligro si se respetan ciertas normas básicas. En primer lugar, hay que elegir las rocas adecuadas para la decoración; las podemos recoger directamente del campo, pero atendiendo a ciertos detalles. Hay que huir de aquellas que tengan colores muy vivos, ya que este tipo suele deber su color a la presencia de metales pesados en su composición, que pueden liberarse en el agua del acuario y matar a los peces.

Se debe prestar atención a la composición de la roca, evitando aquellas que sean calizas o calcáreas. Éstas van solubilizándose muy lentamente en el agua de nuestros acuarios, especialmente si es de PH ácido, liberando carbonato de calcio y otras sustancias, que provocan cambios drásticos en su dureza y consecuentemente, en su PH. Estos cambios pueden fácilmente matar a todos los peces o volvernos locos intentando controlar los parámetros químicos del agua. Existe una prueba bastante simple, aunque no infalible, para determinar si una piedra es calcárea. Basta con coger unas gotas de ácido clorhídrico y echarlas sobre la piedra en cuestión, si se produce efervescencia, es calcárea y por tanto no válida. Esta prueba no siempre es infalible.

Disposición de las rocas.- Debe intentar asemejarse a un fondo marino natural. En el caso de los acuarios geográficos o biotopos que simulan un hábitat natural específico, hay que tener en cuenta las características específicas de los peces y plantas del acuario. Por ejemplo, que las plantas puedan sujetarse en ellas. En estos casos es viable introducir una 'roca viva', con microorganismos y plantas. Antes de intorducir las piedras en el acuario, hay que prepararlas. Para ello las lavaremos abundantemente con agua y las cepillaremos con un cepillo de cerdas duras para retirar todos los restos de tierra, líquenes, musgos... Al disponerlas en la pecera, además de criterios ornamentales o decorativos, hay que tener en cuenta la seguridad y funcionalidad.

Las rocas siempre han de estar fijas en una posición estable. Si una se desestabiliza y cae de su posición, puede dañar a algún pez o incluso romper un cristal. La seguridad ha de primar siempre con respecto a la decoración. Si la roca no esta lo suficientemente afianzada no la coloquemos de esa manera o en ese lugar. Si queremos hacer grutas que sirvan de refugio a nuestros peces, su interior se debe de poder limpiar con facilidad (levantando la roca, por ejemplo).

Última modificación: miércoles, 10 de agosto de 2011, 09:20