FORMA DE TRABAJO

FORMA DE TRABAJO

Hay tres posiciones básicas para trabajar: l) sentada, bien sea con las piernas estiradas y juntas, bien de lado con las piernas dobladas contra el cuerpo por la rodilla. 2) arrodillada. unas veces con el cuerpo levantado y descansando su peso sobre las rodillas, otras apoyando el cuerpo sobre la parte inferior de la pierna y sobre los talones, 3) parada, en ocasiones completamente erguida, en ocasiones doblada por la cintura y con las piernas bien rectas. En general, las distintas posiciones se combinan por los requerimientos de las diferentes etapas del trabajo o por la necesidad de descansar cambiando de posición.

La preparación de la arcilla a partir de la greda es, en opinión unánime de las alfareras, la parte más agotadora y dura del trabajo; su duración es, al menos, equivalente a la de la fabricación de la vasija.

Ya se dijo que la preparación de la tierra se hace en el corredor. La mujer se sienta en el suelo y machaca sobre la piedra colocada a su lado derecho, alternando la posición sentada con las piernas estiradas con la de descansar arrodillada sobre sus talones. Si el corredor es bajo, puede darse que trabaje parada en el suelo, usando el corredor como si fuera una mesa (ver foto No. 28: Alfarera de la vereda Santa Marta, Mistrató, Chamí, amasa la tierra, luego de machacada, en grandes bolas que después molerá).

Para moler, se trabaja de rodillas, pues todo el peso del cuerpo debe confluir sobre la mano de moler: es tarea que se realiza también en el corredor, otras veces se hace en el salón, cerca a la puerta para aprovechar la luz que entra por ella.

La observación mostró, en algunas oportunidades, la incomodidad del trabajo en el corredor, no sólo porque generalmente falta espacio sino por otros factores adicionales: niños que juegan, perros que se acercan (si el corredor es bajo, también las gallinas), mugre que cae, etc. Una ceramista del río Garrapatas, sitio de La Capilla, tiene un. "estudio", un pequeño cuarto dedicado exclusivamente a su trabajo y en el cual efectúa la totalidad del proceso, con la explicable excepción del secado al sol.

Para la fabricación de la vasija, la posición preferida es la de sentada con las piernas estiradas, aunque también puede cambiar a sentarse de lado con las piernas dobladas. La tabla de amasar está colocada a un lado, aunque hay casos en que se coloca con un extremo en el suelo y el otro sobre el regazo de la alfarera; el montón de arcilla está al otro lado. Cerca, a uno u otro lado, hay siempre una totuma con agua y los pedazos de calabazo usados en el trabajo. Es de anotar que éstos no son producto de la fractura accidental de un calabazo o una totuma, al contrario, son hechos por la ceramista con ayuda de un machete, dándoles curvaturas y bordes especiales por los lados.

En caso de que no se use tabla de amasar, otro elemento se interpone siempre entre el objeto en elaboración y el suelo; ya se han mencionado las hojas de biao o plátano, las bateas de madera, tapas de olla de aluminio y trapos. Nunca se apoya directamente en el suelo. En una ocasión se vió cómo se ponía una capa de ceniza sobre la tabla o la hoja antes de poner la arcilla o la vasija; se recibió la explicación de que así se evitaba que se pegara. También es posible que se sostenga la pieza en alto con una mano mientras se trabaja con la otra.

Durante el proceso de trabajo es preciso, con cierta frecuencia, hacer girar la vasija para acercar o alejar el lugar sobre el cual se acciona, esto se hace agarrándola con ambas manos abiertas por lados opuestos, e imprimiéndole un movimiento de rotación al mismo tiempo que se solivia ligeramente. Una ceramista del chamí colocaba los cántaros en construcción sobre un canasto bodre-jabara lleno con hojas secas de plátano y cubierto con un trapo (ver foto No. 29: Raspando un u con un trozo de calabazo. Josefina, Chamí); así, la rotación podía hacerse aún con una sola mano. De todas maneras, este movimiento de las vasijas solamente tiene la función anotada y en ningún caso tiene incidencia en la forma de éstas.

Cuando el cántaro es alto, la alfarera debe arrodillarse, y a veces pararse, para colocar los rollos y hacer la boca, lo mismo que para pulir. Si es el interior el que se pule, se para y luego se dobla por la cintura.


Última modificación: sábado, 19 de marzo de 2011, 14:34